La Flor de la Locura
Y tal vez te preguntes... ¿porqué otra vez?... Al igual que Thelma Stefani diría: “Porque voy a morir pero no voy a claudicar”.
Me iré de este mundo cuando Dios disponga que debo cambiar de vida, moverme de lugar; ¿y mientras tanto qué? Me pregunto mientras vuelco mis pensamientos en un papel rayado, que también pudo haber sido liso, pero que esta vez elegí para cuidar las formas - (PAUSA) ¿cuidar las formas?- me digo- ¿qué formas? ; claro, ¿para qué el escrito quede alineado?, - no me convence- Y ¿porqué de esta manera? Tal vez porque a algún boludo, en algún momento, se le ocurrió que debíamos escribir horizontalmente de izquierda a derecha sobre renglones, y esa idea fue pasando de generación en generación y yo, como otra boluda, seguí la norma creyendo que “ como así se hizo siempre, así se hace”... cuidar las formas, no será lo mismo que “no querer cambiar las formas”... y ¿porqué?? Por miedo al que dirán si en vez de escribir de esa manera lo hago verticalmente de sur a norte; y si... lo más probable es que me juzguen de loca... como mínimo... pero yo me pregunto, Acaso ¿el ser loco es malo? O ¿tiene algo de malo ser loco? ¿Acaso los locos no viven en un mundo libre?... Libertad... que hermosa palabra... ¿querrá decir lo mismo que ser loco?... también se dice que los locos son felices... si es así, decido hoy mismo convertirme en una loca; o sea que: Loco = Libertad = Felicidad...
Pero me da miedo, porque pienso: el día que Dios decida llevarme, ¿me aceptara siendo loca? Porque acá a los locos se los deja de lado o se los encierra en manicomios... no sé, tal vez me acepte, tal vez no, eso significa que tendré que correr el riesgo, pero ¿qué es eso?? Yo nunca pase por esta situación, porque me maneje en ambientes donde la seguridad amansaba las mareas de la duda, recorrí lugares en donde las puertas estaban siempre abiertas, donde la gente me saludaba y notaban mi presencia al entrar, donde me sentía segura porque nunca me dejarían afuera, tal vez porque compartía las mismas ideologías, los mismos anhelos, la misma cultura y donde todos escribían de izquierda a derecha sobre renglones... pero esto me suena a programación, a estereotipos, y empiezo a darme cuenta de que esas palabras no encajan con la locura, o sea con la libertad, o sea con la felicidad, y en definitiva yo quiero ser loca.
Entonces tendré que re pensar en eso de correr el riesgo de seguir siendo un pájaro enjaulado o echarme a volar, aunque en el camino me puedan pasar cosas realmente malas, ¡claro!, pueden aparecer depredadores, cazadores que quieran cortarme las alas para que nunca llegue a destino, podrían comerme las bestias más grandes y horrendas que jamás haya visto, podría morir de hambre y en esta jaula, mal que mal, siempre tengo comida, podría en una mala caída, romperme una patita... pero ¡¡¡claro!!! Podría aprender a caminar de otra manera, y podría aprender a defenderme de los cazadores y depredadores, claro, ahí está... podría aprender... pero para eso debo correr el riesgo.
OK, me convertiré en una loca desenfrenada, o no, mejor iré despacio, poco a poco, las cosas apuradas terminan saliendo mal; comenzaré por estudiare el comportamiento de los locos, porque si quiero ser como ellos, debo aprender a ser como ellos, ¿no?.
Se dice que viven bajo sus propias reglas, que no sienten vergüenza de ser locos, que adoran a sus propios dioses, que dominan su mente sin dejarse dominar por ella, que son indiferentes ante el peligro o el dolor, no tienen miedo de vivir o morir, no dejan de hacer lo que les gusta para caer bien a los otros, siempre siguen adelante aunque el mundo entero intente detenerlos, no les importa el “que dirán”, descubro que no sienten vergüenza de mostrarse desnudos, que escupen lo que sienten como cuando los bebés lloran al tener hambre, no temen quedarse solos por no compartir las mismas ideas que los demás, no sufren el abandono, cuando pierden algo no se lamentan eternamente, lo dejan ir porque creen que la vida les traerá algo mejor y cada día cuando se asoma el sol, se quedan mirándolo maravillados y se alegran por SER; ellos no sienten los problemas como cargas, porque dicen que para poder caminar bien, hay que ir livianos, sin mochilas de pasados en vano; viven libres de ser, hacer y decir y actuar, y pensar y sentir y hablar y vivir sin juzgar, y sin temor a ser juzgados... - y claro, son locos-, porque no me imagino un mundo en el cual yo pueda decirle a alguien que tal vez no conozco ¿vamos a tomar un café?, vaya uno a saber lo que pensará de mí si actúo de esa manera, ni hablar si te doy la mano después de que me pegaste una cachetada, claro, mis amigas me dirían que soy una tonta porque después de lo que me hiciste “no puedo” hacer como que nada paso... Pero acaso ¿ no es muy alto el precio que tengo que pagar por no perdonar? ¿Acaso tengo que perdonarme a mi misma por haber soportado o elegido soportar ese dolor? ¿Acaso el sufrimiento no es la menor percepción de la alegría? ¿ Y quien es el responsable de lo que pasa adentro mío? ¿Vos? Y ¿porqué yo te hago responsable a vos? Si es mío!, ¿Acaso yo esperaba que actuaras como yo quería que lo hicieras? ¿Acaso no fui demasiado exigente, casi imponiéndote que fueras como yo esperaba? ¿Acaso no fue esa la causa de mi sufrimiento? ¿Acaso hay algo que deba perdonarte?... tal vez solo quería a la imagen que me había hecho de vos... oh... oh... esto me hace pensar en que tal vez todo este tiempo mis ideas sobre tu culpabilidad fueron erróneas, que la única responsable de mis decisiones y acciones soy yo! - ya comienzo a sentirme loca- porque obvio que yo no soy culpable de que el otro me lastime - dirían mis amigas-... Pero ¿quién eligió recibir la ofensa? Él me invitó a subir a su vida, pero ¿quién eligió entrar?...
Voy a morir pero no voy a claudicar, voy a cambiar de lugar en el mundo, pero mientras tanto voy a ser, voy a hacer, y a decir y actuar y a pensar y a sentir y a amar sin esperar, voy a dejar mi enseñada y aprendida programación, voy a dejar de ser un estereotipo más de la sociedad, que cada vez tiene mas reglas, y leyes para contrariar las reglas, y más reglas que solo me llevan a tener miedo de moverme; voy a convertirme y a convidarte a ser especial, un loco, como los suelen llamar, por no juzgar, por no temer, por cambiar la palabra competir por compartir, por vivir despiertos ante la realidad, por amar en y la Libertad, por no sufrir, por no caratular, por no amarrar, simplemente por no ser igual. Voy a amar sin temer a perder porque nadie es de mi propiedad; decidí vivir intensamente mi vida sin dejar de luchar por lo que quiero, dejando de lado todos los prejuicios y conceptos equivocados que me impusieron, miedos inútiles que me paralizan, sin dolores que atraigan sufrimiento, sin adoctrinamientos que limiten mi manera de ver la vida, respetándome a mi misma, sin atender falsos voceros, sin miedo a mostrarme desnuda ante el mundo entero.
Y tal vez te preguntes ¿porqué otra vez?, ¿Porqué después de tanto alejamiento?. Alguien dijo alguna vez que a veces es bueno alejarse para ver mejor el camino de regreso a casa; hoy veo el camino desde un punto de vista muy diferente, como el verdadero amor que se modifica con el tiempo y crece, y descubre nuevas maneras de expresarse.
No sé con seguridad si este es el camino, por eso lo sigo, no sé si esta será la casa, pero voy a correr el riesgo, no me voy a quedar con la incertidumbre y sin la alegría de haber recorrido el mismo intentándolo todo, y lograr, tal vez, que algún día la oportunidad se anime a pasar por mi lado, a mirarme a los ojos sin agachar la cabeza y simplemente me deje abrazarla.
No voy a dejarme vencer por la tentación de abandonar porque el sendero sea pedregoso, voy a elegir renovar mis fuerzas para caminar, aprender la paciencia para aguardar, llenarme de sabiduría para poder vislumbrar el momento justo para atacar, y como el guerrero al defender su tierra, lo haré yo con mi vida, mis sueños y mis fuerzas...”
Y así cuenta la leyenda que la muchacha se convirtió en la loca más famosa del manicomio, algunos que la vieron dicen que parecía una flor en un mundo desconocido, pero que sus familiares, amigos y allegados se angustian cuando la van a visitar, y el reporte semanal sigue diciendo: “NO TIENE CURA”... ¿pero acaso es ella la que necesita un remedio?.-
Y tal vez te preguntes... ¿porqué otra vez?... Al igual que Thelma Stefani diría: “Porque voy a morir pero no voy a claudicar”.
Me iré de este mundo cuando Dios disponga que debo cambiar de vida, moverme de lugar; ¿y mientras tanto qué? Me pregunto mientras vuelco mis pensamientos en un papel rayado, que también pudo haber sido liso, pero que esta vez elegí para cuidar las formas - (PAUSA) ¿cuidar las formas?- me digo- ¿qué formas? ; claro, ¿para qué el escrito quede alineado?, - no me convence- Y ¿porqué de esta manera? Tal vez porque a algún boludo, en algún momento, se le ocurrió que debíamos escribir horizontalmente de izquierda a derecha sobre renglones, y esa idea fue pasando de generación en generación y yo, como otra boluda, seguí la norma creyendo que “ como así se hizo siempre, así se hace”... cuidar las formas, no será lo mismo que “no querer cambiar las formas”... y ¿porqué?? Por miedo al que dirán si en vez de escribir de esa manera lo hago verticalmente de sur a norte; y si... lo más probable es que me juzguen de loca... como mínimo... pero yo me pregunto, Acaso ¿el ser loco es malo? O ¿tiene algo de malo ser loco? ¿Acaso los locos no viven en un mundo libre?... Libertad... que hermosa palabra... ¿querrá decir lo mismo que ser loco?... también se dice que los locos son felices... si es así, decido hoy mismo convertirme en una loca; o sea que: Loco = Libertad = Felicidad...
Pero me da miedo, porque pienso: el día que Dios decida llevarme, ¿me aceptara siendo loca? Porque acá a los locos se los deja de lado o se los encierra en manicomios... no sé, tal vez me acepte, tal vez no, eso significa que tendré que correr el riesgo, pero ¿qué es eso?? Yo nunca pase por esta situación, porque me maneje en ambientes donde la seguridad amansaba las mareas de la duda, recorrí lugares en donde las puertas estaban siempre abiertas, donde la gente me saludaba y notaban mi presencia al entrar, donde me sentía segura porque nunca me dejarían afuera, tal vez porque compartía las mismas ideologías, los mismos anhelos, la misma cultura y donde todos escribían de izquierda a derecha sobre renglones... pero esto me suena a programación, a estereotipos, y empiezo a darme cuenta de que esas palabras no encajan con la locura, o sea con la libertad, o sea con la felicidad, y en definitiva yo quiero ser loca.
Entonces tendré que re pensar en eso de correr el riesgo de seguir siendo un pájaro enjaulado o echarme a volar, aunque en el camino me puedan pasar cosas realmente malas, ¡claro!, pueden aparecer depredadores, cazadores que quieran cortarme las alas para que nunca llegue a destino, podrían comerme las bestias más grandes y horrendas que jamás haya visto, podría morir de hambre y en esta jaula, mal que mal, siempre tengo comida, podría en una mala caída, romperme una patita... pero ¡¡¡claro!!! Podría aprender a caminar de otra manera, y podría aprender a defenderme de los cazadores y depredadores, claro, ahí está... podría aprender... pero para eso debo correr el riesgo.
OK, me convertiré en una loca desenfrenada, o no, mejor iré despacio, poco a poco, las cosas apuradas terminan saliendo mal; comenzaré por estudiare el comportamiento de los locos, porque si quiero ser como ellos, debo aprender a ser como ellos, ¿no?.
Se dice que viven bajo sus propias reglas, que no sienten vergüenza de ser locos, que adoran a sus propios dioses, que dominan su mente sin dejarse dominar por ella, que son indiferentes ante el peligro o el dolor, no tienen miedo de vivir o morir, no dejan de hacer lo que les gusta para caer bien a los otros, siempre siguen adelante aunque el mundo entero intente detenerlos, no les importa el “que dirán”, descubro que no sienten vergüenza de mostrarse desnudos, que escupen lo que sienten como cuando los bebés lloran al tener hambre, no temen quedarse solos por no compartir las mismas ideas que los demás, no sufren el abandono, cuando pierden algo no se lamentan eternamente, lo dejan ir porque creen que la vida les traerá algo mejor y cada día cuando se asoma el sol, se quedan mirándolo maravillados y se alegran por SER; ellos no sienten los problemas como cargas, porque dicen que para poder caminar bien, hay que ir livianos, sin mochilas de pasados en vano; viven libres de ser, hacer y decir y actuar, y pensar y sentir y hablar y vivir sin juzgar, y sin temor a ser juzgados... - y claro, son locos-, porque no me imagino un mundo en el cual yo pueda decirle a alguien que tal vez no conozco ¿vamos a tomar un café?, vaya uno a saber lo que pensará de mí si actúo de esa manera, ni hablar si te doy la mano después de que me pegaste una cachetada, claro, mis amigas me dirían que soy una tonta porque después de lo que me hiciste “no puedo” hacer como que nada paso... Pero acaso ¿ no es muy alto el precio que tengo que pagar por no perdonar? ¿Acaso tengo que perdonarme a mi misma por haber soportado o elegido soportar ese dolor? ¿Acaso el sufrimiento no es la menor percepción de la alegría? ¿ Y quien es el responsable de lo que pasa adentro mío? ¿Vos? Y ¿porqué yo te hago responsable a vos? Si es mío!, ¿Acaso yo esperaba que actuaras como yo quería que lo hicieras? ¿Acaso no fui demasiado exigente, casi imponiéndote que fueras como yo esperaba? ¿Acaso no fue esa la causa de mi sufrimiento? ¿Acaso hay algo que deba perdonarte?... tal vez solo quería a la imagen que me había hecho de vos... oh... oh... esto me hace pensar en que tal vez todo este tiempo mis ideas sobre tu culpabilidad fueron erróneas, que la única responsable de mis decisiones y acciones soy yo! - ya comienzo a sentirme loca- porque obvio que yo no soy culpable de que el otro me lastime - dirían mis amigas-... Pero ¿quién eligió recibir la ofensa? Él me invitó a subir a su vida, pero ¿quién eligió entrar?...
Voy a morir pero no voy a claudicar, voy a cambiar de lugar en el mundo, pero mientras tanto voy a ser, voy a hacer, y a decir y actuar y a pensar y a sentir y a amar sin esperar, voy a dejar mi enseñada y aprendida programación, voy a dejar de ser un estereotipo más de la sociedad, que cada vez tiene mas reglas, y leyes para contrariar las reglas, y más reglas que solo me llevan a tener miedo de moverme; voy a convertirme y a convidarte a ser especial, un loco, como los suelen llamar, por no juzgar, por no temer, por cambiar la palabra competir por compartir, por vivir despiertos ante la realidad, por amar en y la Libertad, por no sufrir, por no caratular, por no amarrar, simplemente por no ser igual. Voy a amar sin temer a perder porque nadie es de mi propiedad; decidí vivir intensamente mi vida sin dejar de luchar por lo que quiero, dejando de lado todos los prejuicios y conceptos equivocados que me impusieron, miedos inútiles que me paralizan, sin dolores que atraigan sufrimiento, sin adoctrinamientos que limiten mi manera de ver la vida, respetándome a mi misma, sin atender falsos voceros, sin miedo a mostrarme desnuda ante el mundo entero.
Y tal vez te preguntes ¿porqué otra vez?, ¿Porqué después de tanto alejamiento?. Alguien dijo alguna vez que a veces es bueno alejarse para ver mejor el camino de regreso a casa; hoy veo el camino desde un punto de vista muy diferente, como el verdadero amor que se modifica con el tiempo y crece, y descubre nuevas maneras de expresarse.
No sé con seguridad si este es el camino, por eso lo sigo, no sé si esta será la casa, pero voy a correr el riesgo, no me voy a quedar con la incertidumbre y sin la alegría de haber recorrido el mismo intentándolo todo, y lograr, tal vez, que algún día la oportunidad se anime a pasar por mi lado, a mirarme a los ojos sin agachar la cabeza y simplemente me deje abrazarla.
No voy a dejarme vencer por la tentación de abandonar porque el sendero sea pedregoso, voy a elegir renovar mis fuerzas para caminar, aprender la paciencia para aguardar, llenarme de sabiduría para poder vislumbrar el momento justo para atacar, y como el guerrero al defender su tierra, lo haré yo con mi vida, mis sueños y mis fuerzas...”
Y así cuenta la leyenda que la muchacha se convirtió en la loca más famosa del manicomio, algunos que la vieron dicen que parecía una flor en un mundo desconocido, pero que sus familiares, amigos y allegados se angustian cuando la van a visitar, y el reporte semanal sigue diciendo: “NO TIENE CURA”... ¿pero acaso es ella la que necesita un remedio?.-
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